¿Le Darías los Fondos de la Junta de Vecinos a Quienes No Contribuyen? El Desafío de la Gestión Pública
- Bidder
- 10 mar
- 3 Min. de lectura

Imagina que vives en un edificio donde todos los vecinos pagan una cuota mensual para cubrir los gastos comunes: mantenimiento, seguridad y limpieza. La junta de vecinos, junto con una administradora, se encarga de gestionar esos fondos para asegurar que el edificio funcione correctamente y que todos los servicios estén operativos.
Ahora, ¿qué pasaría si el presidente de la junta o la administradora decidiera usar esos fondos para ayudar a personas que ni siquiera viven en el edificio o para beneficiar a sus amigos que nunca han pagado cuotas? Los residentes rápidamente empezarían a reclamar porque los fondos que deberían usarse para mejorar la vida en el edificio estarían siendo malgastados o desviados para otros fines.
Esto mismo ocurre con los fondos públicos. Los impuestos que pagamos todos los ciudadanos son como las cuotas de mantención de una comunidad: están destinados a mejorar los servicios públicos, la infraestructura y el bienestar de la sociedad. Si el gobierno utiliza esos fondos para beneficiar a grupos específicos o para fines privados, los recursos que deberían ir a educación, salud y seguridad empiezan a desaparecer, afectando directamente la calidad de vida de todos los ciudadanos. Así como en un edificio la junta y la administradora deben ser responsables con los fondos, el gobierno también debe administrar con transparencia y eficiencia los recursos de todos.
En Chile, una herramienta clave para asegurar el buen uso de los fondos públicos es Chile Compra. A través de esta plataforma, el gobierno realiza licitaciones abiertas para que empresas y proveedores puedan competir de manera justa por los contratos estatales. Esto no solo promueve la transparencia, sino que también permite que el Estado obtenga la mejor relación precio-calidad, asegurando que los fondos públicos sean utilizados de manera eficiente y sin favoritismos. Chile Compra funciona como la administradora del edificio: debe garantizar que los recursos sean utilizados correctamente y que las decisiones sean tomadas con responsabilidad.
Pero el sistema solo funciona si existe una ciudadanía activa y fiscalizadora. Así como los vecinos deben supervisar que el presidente de la junta y la administradora usen bien los fondos del edificio, los ciudadanos deben exigir transparencia en el uso de los fondos públicos. Esto significa revisar los procesos de licitación en Chile Compra, denunciar posibles irregularidades y exigir explicaciones a las autoridades cuando los recursos no se utilizan correctamente. La participación ciudadana es clave para que los recursos públicos no terminen en manos equivocadas.
El mal uso de los fondos públicos puede traducirse en corrupción, servicios deficientes y un deterioro en la confianza hacia las instituciones. Si los fondos destinados a hospitales, colegios y carreteras terminan en contratos inflados o en manos de empresas sin experiencia, la población es la que paga las consecuencias. La vigilancia ciudadana es clave para evitar que el dinero público termine en los bolsillos equivocados.
Así como nunca le darías los fondos de la junta de vecinos a personas que no viven en el edificio, el gobierno tampoco debería desviar los fondos públicos hacia intereses privados o externos. Los impuestos son un aporte directo de todos los ciudadanos y deben ser gestionados con responsabilidad, transparencia y siempre en beneficio de la sociedad. La ciudadanía tiene el deber de actuar como fiscalizador para que el sistema funcione correctamente y los recursos lleguen donde realmente se necesitan.
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